Cada vez es son más los corredores que dan el paso hacia el triatlón, bien sea por encontrar nuevas motivaciones, por salir de la monotonía o por una lesión que les prive de la posibilidad de grandes volúmenes a pie. El triatlón aporta nuevas oportunidades a muchos deportistas que buscan nuevos retos o formas de ser competitivos y ponerse a prueba. Si quieres pasar de runner a triatleta aquí te hablamos un poco sobre el tema.
Como atleta llegarás con grandes ventajas a esto del multideporte. Un buen sistema cardiovascular, tendones y ligamentos fuertes así como el impulso psicológico de saber que llega tu disciplina favorita cuando otros acumulan el cansancio de los dos primeros segmentos.
La natación será posiblemente tu mayor handicap y lo que más te costará dominar. Es difícil abrirse paso a través del agua, nuestros músculos sufren y no siempre un mayor esfuerzo se traduce en una mayor velocidad, tal y como puede suceder mientras corres.
Iniciarte en la natación en una edad más avanzada, como suele ser el caso de los que llegan al triatlón desde otra disciplina, precisa de un trabajo de técnica. Tendrás que trabajar mucho la aerodinámica, las diferentes fases de la brazada, aprender a agarrar el agua, a llevarte bien con ella, mezclarte y no pelearte dentro del mar. Necesitarás trabajar mucho tu flexibilidad, llevarla un punto más allá de lo que ya lo has hecho como corredor, y también la coordinación de tus hombros, pecho, brazos y espalda. Todo esto conllevará muchas horas y dedicación dentro de la piscina.
La lucha contra la técnica con la ayuda inicial de un entrenador de natación, unidos a la paciencia y mucha práctica mejorará gradualmente sin duda tu velocidad dentro del agua. La flexibilidad podrás ganarla con un programa de estiramiento adecuado y bien planificado.
Deberás hacer un especial hincapié en la flexibilidad de tus pies. Por norma general, los corredores presentan unos tobillos fuertes pero rígidos y apretados, lo que se traslada en una incapacidad para patear adecuadamente y de manera eficiente. Será necesario trabajar la flexibilidad de tus tobillos así como la activación del glúteo. El trabajo con aletas en la piscina junto con lo ya mencionado te ayudará a superar esta dificultad y crear una patada con una buena propulsión.
En cuanto al ciclismo, si tus antecedentes son escasos o nulos te puede tomar entre dos o cuatro años construir una base lo suficientemente consistente como para desarrollar tu completo potencial sobre las dos ruedas. Como habrás oído en algún momento “la paciencia es la madre de todas las ciencias”, así que no te desesperes mientras las mejoras van llegando. El triatlón, al fin y al cabo, es un deporte de resistencia y la paciencia es clave.
Las salidas durante tu pretemporada te ayudarán a familiarizarte con la bici, aprender las habilidades necesarias para esquivar baches, montar en carreteras en mal estado o circular en grupo. Aprenderás a descender fuerte y sin miedo y a subir con fuerza y pronto habrás construido la confianza suficiente para competir con una buena sonrisa.
Así que si lo tuyo es correr y quieres lanzarte a esta locura nuestra del triatlón, ya tienes algunas nociones básicas para empezar a coger el toro por los cuernos.
Por: Pedro Pale
Fuente: trimexico.com