Por años, el aquarunning fue una de las técnicas favoritas de los deportistas de élite para recuperarse de alguna lesión muscular. Sin embargo, esta disciplina tiene múltiples beneficios y se puede realizar como método de entrenamiento.
- Ideal para la rehabilitación
El agua es un medio increíblemente adecuado para rehabilitar lesiones, ya que nos da soporte (flotabilidad) a la hora de ejecutar ejercicios que de otra forma no podríamos realizar.
- Fortalecimiento muscular
Correr en el agua nos aporta resistencia, fortalece los músculos que realizan dicha acción y de esta forma realizar una rehabilitación adecuada.
Como método para entrenar se debe buscar una alberca donde no se toque fondo con los pies, ya que el cuerpo debe permanecer vertical: torso, pecho y piernas bajo el agua y hombros, cuello y cabeza, fuera. De ser necesario, se debe utilizar algún tipo de flotador como un chaleco.
Correr 15 minutos con el agua a la altura de la cintura a una intensidad del 80 % equivale a hacerlo una hora en la tierra.
- Ejercicio sin impacto
La gran ventaja de la carrera subacuática es que trabaja ciertos aspectos propios del running pero sin sufrir el impacto.
- Entrenamiento cardiovascular
De esta manera, se ayuda a que el proceso de recuperación muscular -en caso de lesión o desgaste- se produzca sin peligros, además que se trabaja a nivel cardiovascular.
- Mayor desarrollo muscular.
La característica fundamental del entrenamiento en el agua, y que lo hace tan especial, es que podemos trabajar al mismo tiempo en un ejercicio el músculo agonista y el antagonista. Ejemplo: bíceps-tríceps, cuádriceps-isquiotibiales y abdominales-espinales.
Así se fortalece de manera equilibrada ambos músculos y se evita la sobrecarga y estrés de un músculo que puede derivar en un riesgo de lesión.