Son muchas las personas que les gusta la cerveza ya solos o acompañados, pero sobre todo se antoja cuando llegamos sedientos después de correr, Sin embargo, esto puede que no nos ayude demasiado para estar en forma.

Una investigación reciente de la Universidad de Granada realizada conjuntamente con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) concluyó que tomar una cantidad moderada de cerveza no presentaba ningún perjuicio para la salid, pero tampoco se había logrado demostrar que su consumo beneficiara como el agua.
Para ello, se estudió a un grupo de voluntarios que tuvieron que correr durante una hora al 60% de su capacidad aeróbica máxima y con una temperatura ambiental elevada (35º, 60% de humedad relativa). El grupo corrió en dos tandas, perdiendo entre 1,5 y 2 litros de líquido. Al terminar la primera tanda, se les ofreció que bebieran toda el agua que quisieran para hidratarse. En en segundo turno, se tomó dos tercios de cerveza (660 ml) y todo el agua que desearan.
Se tomaron datos antes, durante y después de la prueba para comparar el nivel de hidratación, la composición corporal, el metabolismo, el sistema inflamatorio e inmunológico y hasta datos psico-cognitivos. Y los resultados determinaron que la capacidad de hidratar de la cerveza no era comparable a la del agua o a la de una bebida isotónica. Eso si, el estudio tampoco desaconsejaba su consumo, dejándolo a elección de cada uno siempre que no se sobrepasara los 660 ml.

Debemos tener en cuenta que la cerveza no está diseñada como una bebida especial para recuperar después del Running, tenemos que tener en mente que no debemos tomarla como de costumbre después de un entrenamiento.